BLACK FRIDAY

Seguramente recordarás los telediarios norteamericanos divulgando  imágenes de una multitud de gente rumbo a los célebres almacenes Macy’s en Manhattan o el ímpetu de unas iracundas amas de casa disputándose a tortazo limpio una prenda rebajada hasta límite inexplorados.

 Sheffield te cuenta el por qué de esta tradición.

Es la época del Black Friday (“viernes negro”), el pistoletazo de salida que promueve  la temporada de compras navideñas en Estados Unidos.

 

Un dato esclarecedor: en 2016, aproximadamente 140 millones de individuos en EEUU se gastaron durante el dies Veneris la bagatela de 59.000 millones de dólares (casi de 52.000 millones de euros), según la NRF (la organización de comerciantes de EEUU).

 

Este año la convocatoria está programada para el día 23. Sin embargo, muchos establecimientos abrirán incluso la noche del Día de Acción de Gracias (Thanksgiving Day), para que todo vecino pueda alcanzar el doorbuster de sus sueños.

 

¿Qué es un doorbuster?

 

El término, que literalmente significa “rompedor de puerta” está compuesto por door (“puerta”) y buster (un sufijo que indica persona o cosa intencionada a destruir la palabra que acompaña) y alude a esos productos que los comercios ponen a la venta, a precios muy bajos, desde  muy temprano y durante un periodo limitado de tiempo. Atraen a una marea de gente inquieta ante las puertas de un comercio que, fatalmente, ceden…

 

El ansia alcanza cumbres tales que, en noviembre de 2008, un ejército de 2000 personas se congregó a las 5 de la mañana frente a los escaparates de Walmart y acabó con las puertas deslizantes de vidrios y la vida de un empleado, sorprendido por la estampida.

El Black Friday tiene lugar un día después del día de Acción de gracias que se celebra, para los amantes de las efemérides, el cuarto jueves del mes de noviembre de cada año.

 

Pero, ¿por qué se llama así el día en que todo el mundo se echa a la calle para apoderarse del doorbuster de sus sueños y aguarda colas kilométricas bajo un frío perturbador?

Algunos opinan que los números de las cuentas de una Empresa, al maximizar las ventas en ese día, pasan de red (“rojo”, que denota pérdidas) a black (“negro”, que simboliza las ganancias) gracias al superávit.

Sin embargo, los responsables de acuñar la expresión Black Friday son los policías locales de Filadelfia, la popular Philly, que tildaron así, en 1961, el día después de Acción de Gracias, debido al tráfico de coches y personas que convertían las calles en un infierno de ruidos y polución difícil de gestionar.

El término luego se popularizó en 1966 pero no traspasó las fronteras de la ciudad hasta los años 80 y se expandió solamente a partir de mediados de los 90 en el resto de estados, para alcanzar la popularidad a partir del comienzo del nuevo milenio.  

Por cierto, cabe recordar que, a los comerciantes de Philly, el término “viernes negro” no les hacía gracia ya que no deseaban asociar a un día consagrado a las compras, las connotaciones negativas que el color negro suele traer consigo. Hicieron, sin éxito, una campaña para rebautizar el día de shopping con el nombre de “viernes grande”.  

En España el Black Friday empezó en 2013 y se consolidó plenamente en 2015. De hecho, en el último lustro, el crecimiento de fenómeno se sitúa alrededor de un 20% anual. Los productos más vendidos serán, según estiman los especialistas, los tecnológicos y los relacionados con la moda.

 

En Sheffield Centre, fieles a nuestra política de orientación al cliente, queremos celebrar contigo el acontecimiento. Y para ello hemos preparado, el Sheffield Centre doorbuster.

Para más información no dejes de visitar www.losidiomas.com o bien llámanos al 900 122 119.

 

 

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